Suaviza tu corazón y endurece tus pies
«Me encantó aquel lugar oscuro. Odiaba lo que estaba pasando, pero no quería estar en ningún otro lugar. Era casi como si ya pudiera ver otra ciudad en su lugar y aquella ciudad estaba radiante de luz. ¡Fue mi sueño! No había más llanto, ni muerte ni dolor. Los enfermos eran sanados, los adictos liberados,…
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