“No midas el trabajo hasta que el día termine y la labor esté hecha” Elizabeth Barrett Browning.
El descanso es una prioridad puesta por el Creador y no una idea del hombre. Dios creó todo y descansó el séptimo día, y luego reglamentó en los mandamientos, la orden del descanso.
Pero, hay una sobre valoración del contexto del descanso en términos comerciales (venderte lo que deberías «hacer» en tu tiempo libre, vaya contradicción) y de una necesidad colectiva que veo siempre insatisfecha. Por otro lado hay una falta total y mundial de respetar el descanso tal como fue creado.
Por eso hoy les propongo una pequeña mirada al esfuerzo diario, y al necesario «parar» un día a la semana.
La mayoría entendemos por «descansar» el día que no vamos a trabajar. Y curiosamente ni nos damos cuenta que pasamos tales días trabajando más, que cuando trabajamos. Limpiar la casa, hacer jardinería, recuperar trabajo atrasado,o salir en excursiones que te sacan de la cama apenas amanece para traerte de vuelta a la noche más cansado que luego de un día de oficina… En síntesis: la idea del descanso o las vacaciones es hacer todo el trabajo pendiente o meterse en nuevas agendas llenas de compromisos.
Y ni hablar de darle descanso a la mente… la mayoría tal vez descansan algo pero su mente sigue conectada a la rutina laboral voraz, y aún cómodamente sentados orillando el mar los pensamientos siguen «trabajando» arduamente sobre lo próximo que haremos.
Un aporte a esta reflexión es que la Biblia denomina «entrar en el reposo (o descanso) del Señor» a los que han sido salvos y pasarán la eternidad con Él.
Este artículo del diario «Matices» explora el tema:
Examinemos lo que Dios dijo: «NINGUNA tarea harás……Ah que problema que tendríamos solo con la más simple mirada a esto…. De inmediato nos sentiríamos todos aludidos y miraríamos a otro lado. Incluso los cristianos, quienes mejor deberían acatar la orden, son los que menos la siguen. Las iglesias hoy necesitan tal infraestructura que decenas trabajan para cada culto, y mucho. Hasta aquí no sería problema, si tomáramos otro día en la semana, o al menos medio día, para no hacer absolutamente nada…..Y nada es nada.A mi alrededor escucho todo el tiempo «estoy cansado». Todos vivimos, cansados. Inmersos en un mundo vertiginoso que absorbe toda nuestra fuerza y tiempo, no estar cansado es sumamente difícil. Toda clase de problemas vienen de no observar la simple orden del creador: stress, desórdenes alimenticios,Si queremos que nuestra vida tenga un mínimo de equilibrio tenemos que aprender a parar. No parar y buscar que hacer, donde salir, sino parar.Y en la semana, aprender a tener pequeños descansos: Tomar algo mirando por unos minutos el sol detrás de una ventana nos hidrata y lleva nuestra mente a la naturaleza. Disfrutar de una comida al menos al día en familia descansando, disfrutando.