No endurezcas tu corazón
No endurezcas tu corazón

No endurezcas tu corazón

«Cuida tu corazon, porque de él mana la vida» Proverbios 4.23

Son tiempos dificiles estos… cuando veo tanto dolor a mi alrededor, pienso que  hemos convertido  un mundo que Dios creo perfecto, en un sitio inhospito donde lejos de vivir en paz, vivimos cuidándonos de otros.
Y mucho de ello depende  de haber permitido que nuestros corazones se endurezcan, dejando de lado la recomendación bíblica.

«Si oís hoy Su voz, no endurezcaís vuestros corazones,
como en el día de la provocación, en el día de la tentación en el desierto,
donde me tentaron vuestros padres, me pusieron a prueba
y vieron mi obra cuarenta años.
Por eso me disgus
te contra aquella generación, y dije:
«Siempre andan vagando en su corazón, y no han conocido mis caminos».
Por tanto juré en mi ira:»NO entrarán en mi reposo»Hebreos 3.7-11

Una y otra vez Dios habla en Su Palabra sobre tener cuidado con el estado de nuestro corazón.
Los problemas, heridas cotidianas, la presión, provocan en nosotros una natural defensa frente a un mundo y entorno muchas veces hostil y agresivo, y las barreras de defensa se levantan una tras otra. Aprendemos a ser «fuertes, duros», y aun nos jactamos de ello. Aprendemos a no llorar, a esconder, a sonreir por fuera y anestesiar todo.  Vivimos auténticas vidas dobles (el temido doble ánimo que la Biblia nos exhorta a dejar).

Una cara aqui, otra alla…
Dentro, el corazón sofocado por las barreras que nos hemos autoimpuesto se endurece.
No asistimos a agradecer a Dios un domingo, luego otro… Despues vamos de vez en cuando, o si vamos nuestra mente vaga por otros lugares,  y por tanto (lee la guia de estudio «mentes en lucha») nuestro corazón, esta frio y ausente.
Es imposible agradar a Dios sin involucrar todo el corazón. Es imposible amarle y cumplir el mas grande mandamiento sin hacerlo con el corazón, es imposible amar a los demas y a mi misma, sin un corazon abierto, entregado, sangrante.

El pueblo de Israel pereció en el desierto, toda una generacion murió por la dureza de su corazon. Cuarenta años los sustentó el Señor en el desierto buscando un cambio, un quebrantamiento, pero ellos aun se endurecieron mas; por tanto el Señor debió dejar que murieran allí sin ver su herencia.
No vieron a sus hijos crecer en los verdes valles de Israel…
No vieron las mejores frutas del mundo que crecen alli… no sintieron la fragancia de los lirios….

El maná no habia sido creado por Dios para cansarlos, sino por unos días hasta que llegaran a la tierra  prometida, pero año tras año debieron comer de esa hojuela por su dureza. Dia tras dia, lo mismo….
No probaron los frutos de la tierra de la leche y la miel…

«Por tanto no  endurezcais hoy vuestro corazon como en el dia d ela provocacion»…

Antes de conocer al Señor endurecerse era logico, de alguna manera habia que defenderse de las diarias agresiones.
Pero el Señor nos dice que El es nuestro abogado.  Cuando uno contrata un abogado renuncia al derecho de defenderse por si mismo. El día que recibimos a Jesús en el corazón renunciamos al derecho de defendernos. Ahora pongámoslo en práctica.

Tomate unos minutos para renunciar a todas tus barreras y defensas, y pedirle al Señor, que quiebre tu corazón.
¿Porque hacerlo?
La respuesta es facil, por obediencia. Porque Dios lo dijo.

Y todo lo que Dios dice es bueno. Porque «Su voluntad es buena, agradable y perfecta..» Romanos 12.2.

¿Quieres ver a Dios?. ¿Quieres pasar tu eternidad con El?.
Pasar la eternidad con Dios tiene reglas. Esta es una, y no cualquiera, es la Regla Mayor.

«Y amarás al SEñor tu Dios, CON TODO TU CORAZON…..» Mateo 22.37

Un corazon quebrantado, legitimo, expuesto, es lo contrario a un corazon duro. Un corazon quebrantado no se averguenza de la exposición, se averguenza solo de no honrar al Unico digno.
Desde hace 11 años expongo mi vida tal cual es. Con toda la oscuridad que tuve, con todas mis fallas de hoy, y con toda la Gracia que el Señor fielmente ha sabido derramar sobre mi.
No me fue facil. Tuve que renunciar a tanta dureza que habia incorporado, y recien ahi, encontre el camino a poder adorar en libertad y hablar con mi Padre y mi Dios como si estuviera a mi lado.

Dios ama a la persona que puede quebrar su corazón frente a El, y declarar su debilidad, frente a Su poderosa majestad.
Cuando quebramos nuestro corazón como un cántaro delante de El, y permitimos que nuestras sombras sean expuestas frente a Su luz admirable, Su poderosa e inefable Gracia hace el milagro de convertir nuestra debilidad en Su poder. Nuestro corazón sangrante, ofrecido, deja pasar con fluidez Su Gracia y amor.

Tómate un momento para hablar con el Señor del Universo, y pedirle que toda dureza en tu corazon sea removida.

Dios te bendiga y te conceda un día maravilloso.

Edith Gero

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